El incremento del accionar delictivo en San Rafael y los últimos hechos de sangre que han manchado a Mendoza son motivos para que la Policía haya incrementado su presencia en las zonas críticas de nuestro departamento en cuanto a inseguridad se trata.
Es por eso que ya es habitual, en estos días, encontrarnos con un nutrido grupo de efectivos, en automóviles, motos y bicicletas, en la avenida Zapata, en la calle Comodoro Pi, en esquinas de Pueblo Diamante, en los alrededores e interior de Villa Laredo, en la Isla del Río Diamante o en El Molino.
Los lugares anteriormente mencionados son para la fuerza local donde habitan muchos de los que cometen delitos en la ciudad o en distritos.
Sin embargo la atención no se centra en esas zonas solamente sino también pudimos comprobar varios operativos de rutina en el centro, en las rutas de acceso a distritos y en las plazas, muchas veces elegidas por los malvivientes para consumir algún tipo de sustancias.
Muchas veces hemos criticado la falta de medidas para frenar el delito en San Rafael pero esta vez debemos destacar que se está trabajando y habrá que aguardar cuáles son los resultados de estos procedimientos cuyo objetivo es bajar el índice delictual.
No obstante hay “puntos flojos” aún en el cuidado de nuestra seguridad y tiene que ver con la soledad que aflige al radio céntrico de San Rafael durante la madrugada, lo cual ha sido aprovechado en numerosas oportunidades por delincuentes que han saqueado varios locales que allí se encuentran.
Es de esperar que esta masiva invasión policial en las calles también tiene planeado “copar” el centro, no solo en la mañana y en la tarde, sino también a toda hora de la noche.
¿Y las cámaras de seguridad?
La sostenida problemática de los robos en el centro precipitó la idea de instalar cámaras de seguridad en esa zona para dar una mayor protección y así evitar muchos robos, tal cual sucede en la Ciudad de Mendoza.
El entonces gobernador Celso Jaque, a través del ministro de Seguridad, Carlos Aranda, prometió la colocación de 40 cámaras estratégicas para el año pasado, conjuntamente con la inauguración del Centro Estratégico de Operaciones.
¿Qué pasó? Nada, hasta el momento sigue todo igual. El ministro de Seguridad es el mismo pero al parecer al gobernador Francisco Pérez, o no le comentaron de esa necesidad o no está en su agenda.
Lo cierto es que es indispensable para el centro sanrafaelino, para bienestar y tranquilidad de los comerciantes y además resultaría un desahogo para la Policía, que reemplazaría por esos efectivos artefactos a efectivos policiales que pueden cubrir otras zonas.
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