Un desagradable momento pasó el propietario de un terreno en Cañada Seca al descubrir que varios perros jugaban con un hueso de un tamaño considerable. Al acercarse a ver de qué se trataba el hombre determinó que era un cráneo humano por lo que ahuyentó a los animales del lugar y avisó a la Policía de lo sucedido.
Hasta esa zona arribaron efectivos de la Policía Científica que, a través de la orden judicial, realizaron el levantamiento del resto humano para el posterior peritaje.
No hubo mayores detalles respecto a este hecho ni mucho menos pistas de qué puede haber sucedido o cómo llegó hasta ahí esa parte corpórea.
Ante estos casos en donde no existe nada más que hueso en el resto hallado, la única posibilidad de determinar la identidad del mismo es a través de los dientes, mediante un mecanismo que deben realizar peritos forenses.
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