Insólito lo que sucedió ayer en medio de un partido de la Liga Sanrafaelina de Fútbol. Jugaban El Porvenir ante San Martín de Salto de Las Rosas por la segunda división local y varios dirigentes visitantes no estaban conformes con el arbitraje de José Luis Martínez, encargado de impartir de justicia en dicho encuentro.
Dos jugadores expulsados en San Martín y un gol de El Porvenir sobre los 35 minutos de la primera parte, generaron la furia del cuerpo técnico y dirigentes, quienes injustificadamente comenzaron a increpar a Martínez.
Era tal la disconformidad que tenían con Martínez que a uno de los exaltados protagonistas de la revuelta se le ocurrió pedir un test de alcoholemia al árbitro, ya que dudaban del estado del colegiado.
Lo llamativo es que el inaudito pedido de la gente de Salto de Las Rosas fue avalado por el árbitro quien aguardó la llegada de personal policial con el alcoholímetro. La prueba se hizo y el resultado fue 0,0, por suerte.
No deben existir registros a nivel mundial de una situación así, solo en San Rafael, donde ocurrió.
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