La nueva fuga de la Colonia Penal despertó otra vez la polémica acerca de los criterios de la Justicia en torno a quién está en condiciones de acceder a este lugar, donde rige la “autodisciplina” y es habitado por internos que han tenido buena conducta durante su estadía en la Cárcel de Encausados.
Sin embargo, con la novedad de la evasión de Luciano Tapia Araya, se pone una vez más en tela de juicio quiénes están allí.
Según confirmó Al Filo de La Ley, Araya cumplía una condena por Robo Doblemente Agravado en Poblado y en Banda, Resistencia a la Autoridad, Amenazas y Portación Ilegal de Arma de Guerra.
Resulta llamativo que una persona que tiene en su haber delitos como los mencionados anteriormente, sea alojado en un espacio donde las medidas de seguridad son significativamente menores a la Penitenciaría de avenida Mitre.
No es el único caso el de Tapia, ya que muchos de los internos que hoy están en la Colonia cuentan con un “frondoso” prontuario.
Por lo tanto, es tarea de jueces y de autoridades carcelarias, rever las condiciones para que una persona privada de su libertad obtenga el beneficio de pasar a la Colonia de la calle Tiraso.
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